Durabilidad: El plástico utilizado en la plastiteja es resistente a los impactos, a la intemperie y a los cambios climáticos.

 

No se agrieta ni se quiebra fácilmente, lo que la hace más duradera que las tejas de barro o cerámica, que son más susceptibles a daños por condiciones climáticas extremas.

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Ligereza: Mucho más liviana que las tejas convencionales de barro o cerámica, lo que facilita su transporte e instalación.

 

Esto también reduce la carga estructural en el techo y permite su uso en construcciones que no pueden soportar el peso de las tejas tradicionales.

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Resistencia al fuego: Suele ser resistente al fuego, lo que proporciona un nivel adicional de seguridad en comparación con las tejas tradicionales que son inflamables.

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Versatilidad de diseño: Disponible en una amplia gama de colores y estilos, lo que permite adaptarla a diferentes estilos arquitectónicos y preferencias estéticas.